jueves, 30 de agosto de 2007

PLEGARIA DEL PERRO

"Dadme un pan, y yo té dare, amo mío, toda mi lealtad...
si sabes del dolor de la vida y tu corazón sangra silencioso, yo me acercaré humildemente a tí, y como no sé hablar moveré mi cola y lameré tus manos extendidas al desaliento.
Vive seguro de tu heredad, de tu casa, de tu rancho de la montaña, porque han de matarme antes que permitir que nadie coja lo tuyo.
Si otro amo como tú, quisiera llevarme consigo, no le obedeceré, y si me violenta, huiré de su lado y te buscaré a través del mundo.
Llévame contigo, de caza, a la mina, a la montaña, a tu trabajo o a la guerra y pondré mis fuerzas, mi astucia, mi valor y mi vida si fuera necesario para servirte hasta el fin.
Cuando velo tu sueño en las noches calladas y con mi oído pegado a la tierra, advierto algo extraño, aúllo largamente para prevenirte del mal.
Por favor, no me abandones jamás, que aunque de ti reciba un castigo, lameré tus manos, y si la vida te falla iré a morir a tus pies,
Si me hieres, aullaré largamente de dolor antes que atacarte, porque eres para mí, más que un rey, y si mañana mueres tú en el desierto o en la guerra, lloraré a tu lado hasta morir".

1 comentario:

sexy dijo...

hasi deberiamos amar los humanos pero no son mas nobles los perros yo quisiera uno de los que tienes estan hermosos.