Este mensaje venia de regalo hace años en una revista, hoy me di el tiempo de transcribirlo espero que lo disfruten y mas aun que después de leerlo aprendan a valorar a su pequeño cachorro.
“Amo mío: yo nací para acompañarte y te sirvo con la fidelidad que Dios me ha concedido para serte útil. Es muy poco lo que te pido; que me alimentes regularmente, una cama humilde donde descansar, un mínimo de cuidados si me enfermo.
No me abandones, pues seria un perro vagabundo; estoy presto a seguir tus órdenes. Te defiendo y cuido tu casa como fiel centinela. Te acompaño a todas partes y comparto los peligros sin miedos ni vacilaciones. Tus hijos tienen en mí su mejor amigo. Si estas triste comparto tus penas y si eres feliz salto de alegría.
Amo mío: No te enojes conmigo sin motivo, ni me maltrates para desahogar tu ira. Tràtame con cariño y veras como la gratitud aflora en mis ojos. Tú también sabes que no me falta voluntad para aprender; enséñame con paciencia que yo no defraudare tu entusiasmo.
Y cuando los años me llenen de achaques, no me botes como cosa inútil, acuérdate de que te he servido con lealtad desmedida, y déjame morir con la tranquilidad que tiene merecida quien ha sabido cumplir con su deber.”
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